Discover Ibiza

Ibiza es todo un universo en sí misma. En sus 571 km² la isla esconde mil rincones llenos de atractivos que merecen ser descubiertos sosegadamente, siguiendo el ritmo tranquilo propio del estilo de vida más mediterráneo. Para ello hay, sin duda, lugares que forman parte del must de todo aquel que quiera conocer la verdadera esencia de Ibiza.

Si hablamos de historia y patrimonio cultural es indispensable adentrarse en las murallas y la ciudad alta de Dalt Vila. Tocar con nuestra manos las piedras que conforman uno de los recintos amurallados completos más importantes del Mediterráneo y declarado Patrimonio Mundial. Recorrer su perímetro, contemplar las espectaculares vistas que ofrecen sus baluartes, callejear por la ciudad vieja y descubrir palacetes y museos son placeres abiertos a todo el mundo en cualquier época del año. Fuera de la muralla, el barrio marinero de La Marina y el puerto completan la estampa típica del perfil característico de la ciudad de Ibiza.

El norte de la isla se configura como el gran pulmón verde de Ibiza, con extensas zonas vírgenes que contienen bosques, acantilados y calas de extraordinaria belleza. La zona de Cala Albarca es un buen ejemplo de ello, con espectaculares acantilados y senderos que nos conducen a pie de mar.

Para los amantes de la playa y de las calas, Ibiza es, directamente, el paraíso. Ya se prefiera extensas playas de arena o pequeñas calas de piedra, el catálogo de opciones es más que generoso. En el primer caso, la playa de las Salinas ocupa un lugar destacado por su belleza. Ubicada en pleno Parque Natural, es una larga playa de arenas blancas y fondos transparentes, precedidos por los estanques salineros que dan nombre al parque. La playa de Es Cavallet y la playa de es Codolar, ésta conformada íntegramente por cantos rodados, son otras dos grandes playas ubicadas en el mismo parque natural. No muy lejos, la playa d’en Bossa, siendo también un extenso arenal, representa otro tipo de oferta en el que abundan los locales de ocio, incluyendo algunos de los clubs más famosos, y una animada vida diurna y nocturna. En el norte es famosa la playa nudista de Aigües Blanques, con un precioso entorno natural y unas aguas prístinas. Otras calas míticas son las de Platges de Comte y las de Cala Salada y Cala Saladeta, en la zona de poniente de la isla, que ofrecen espectaculares puestas de sol.

Para quien prefiere las calas más pequeñas y recoletas, Ibiza le reserva docenas de ellas. Todas con su particular encanto, desde las más populares y familiares hasta las más apartadas y discretas. Por destacar, mencionaremos la playa de Benirràs, famosa por sus puestas de sol y su fiesta de los tambores de los domingos. O la de Cala Xuclar, en la carretera de Portinatx, tranquila y de ambiente familiar. Muy cerca de Ca Na Xica se encuentra la playa del Port de Sant Miquel, que aparte de una interesante oferta gastronómica, acoge actividades náuticas para la gente más activa.

Para los amantes del senderismo proponemos la ruta que conduce hasta la calita de Es Portitxol, en la costa más accidentada de Sant Miquel. Un recorrido que nos sumergirá en un paisaje puramente mediterráneo y nos llevará hasta una calita abrigada entre rocas, pinos y laderas, con la única compañía de las casetas de pescadores que la pueblan. En el extremo sur de la isla también tenemos otra ruta muy popular, a la par que exigente: el descenso a Sa Pedrera, también conocida como Atlantis. La antigua cantera de piedra marés que, a pie de mar, se conforma como uno de los lugares con más magnetismo de la isla.